Estuvo muy teatral el Alcalde de Jaén ayer, reinvindicandose como el
légitimo elegido por la ciudadanía. Pero más allá de los debates sobre
tiempos y modos, lo cierto es que las condiciones en las que tuvo lugar
el Pleno municipal de ayer, las decidió, más que el Ayuntamiento, el
Ministro Montoro. El mismo que ha hecho una Ley que afixia a los
ayuntamientos, la misma legislación con la que el Ministro amenazó a la
candidaturas ciudadanas, y advirtió de las consecuencias que podrían
caer sobre las alcaldesas díscolas que no la cumpliese. Una Ley que no
pueden cumplirse. El informe de la intervención municipal y los
sucesivos informes sobre incumplimientos de los planes de ajuste
aprobado por el Ayuntamiento de Jaén son una prueba de ello) pero que le
da al Ministerio de Economía todo el poder de decisión: puesto que los
parámetros que impone la legislación sobre estabilidad presupuestaria
son incompatibles de hecho con la realidad material de los ayuntamientos
y con las necesidades a las que deben hacer frente y cada vez habrá más
que no puedan cumplirlas, serán los gobiernos centrales y los
burócratas del Eurogrupo, los que decidan, el quienes y el cuando,
reciben ayuda; qué ayuntamientos sí deberán cumplir los planes de ajuste
y quienes podrán evitarlos; hasta cuando será posible mantener un
servicio y a sus trabajadores y trabajadoras y cuando deberá
privatizarse para cumplir los parámetros de la Ley. Como es tiempo
preelectoral, no es probable que de la cara aún el lado mas perverso de
esta situación. Ya se encargarán Lagarde o el Eurogrupo, después de
noviembre de recordarnoslo. Por eso a no mucho tardar los municipios
gobernados por candidaturas ciudadanas necesitarán articular redes
municipalistas, institucionales, de movimientos sociales, ciudadanos y
sindicales para luchas comunes.
Los que de momento saldrá ganando serán los bancos: El Ministerio avala un préstamo de 70 millones de euros, por el que el Ayuntamiento deberá pagar 85 en 10 años, mientras que los 80.000 millones de euros del rescate bancario de 2008, seguramenten nadie devolverá a las arcas públicas.