sábado, 16 de febrero de 2013

Tiempo de ciudadanía

manifestación ante las puertas del Ayuntamiento


El pasado día 31 de enero, mientras los datos sobre la corrupción, señalaban al partido en el Gobierno, poniendo en evidencia una vez mas el trato de favor que las políticas neoliberales han concedido a los poderes financieros, en la ciudad de Jaén, el Alcalde prohibía la entrada al Pleno Municipal, a un grupo de ciudadanas y ciudadanos. La legislación local establece que las sesiones plenarias son públicas, aunque no permitan acciones que impidan el normal desarrollo de estas.
Este acto de exclusión preventiva, en el marco municipal, expresa bien la expulsión de la ciudadanía de las instituciones políticas en un tiempo en que los intereses de una reducida élite de millonarios ha secuestrado la democracia, para arrebatar a la gente de abajo derechos sociales, bienes comunes, derecho a la vivienda y a la propia vida. Por eso es aún mas grave, ese gesto de prepotencia del Alcalde de Jaén, poniendo obstáculos a los ya reducidos espacios de transparencia y control ciudadano: las políticas que reducen el espacio para la participación y el control ciudadano, dejan mas libertad de acción para los corruptores. 
Antidisturbios rodean la Plaza de Santa María y el
Ayuntamiento de Jaén
 Sin embargo, a pesar de los intentos de represión desde la Alcaldía y la Subdelegación del Gobierno, trabajadores y trabajadoras precarias, jóvenes sin empleo, trabajadores víctimas de décadas de políticas municipales privatizadoras etc, se encontraron ese día ante las puertas del Ayuntamiento. 
Desde el punto de vista ciudadano, romper con la pasividad y la indiferencia ante la soberbia de los gobernantes municipales, es un paso necesario para conquistar futuro para la mayoría de la gente. El debate de presupuesto municipales es algo más que un debate de números. Es una cuestión política de primer orden y debe convertirse en el momento de la ciudadanía, en el momento para la recuperación ciudadana de la política, y la democracia participativa. Puede ser una oportunidad para impulsar una nueva ciudadanía que desde abajo se proponga intervenir directamente en los asuntos municipales. 

Lo que suele llamarse hoy "lógica de los mercados" es el resultado de políticas y prácticas concretas, ante las cuales, las prácticas anteriores del neoliberalismo han desarmado a las poblaciones y sus instituciones.

 En lo que afecta a los Ayuntamientos, desde las primeras corporaciones democráticas, fueron asumiendo competencias sobre servicios y atención a necesidades sociales. Este hecho podría haber sido un elemento para profundizar la autonomía municipal facilitando la transparencia y la capacidad de control ciudadano sobre las decisiones en asuntos que le afectan, pero las políticas de estabilidad presupuestaria y contención del gasto social, impuestas por el BCE durante el auge modelo inmobiliario especulativo del capitalismo español, condicionaron la suficiente financiación de los Ayuntamientos, obligaron al endeudamiento, y allanaro el camino al gobierno de los especuladores con los graves costos sociales, políticos, económicos y ecológicos que ya conocemos. 
En Jaén durante el periodo 1995-2006 de gobierno en mayoría absoluta del Partido Popular en la ciudad, coincidente con la etapa de expansión económica, la deuda municipal se incrementó de 21 a 81 millones de euros en préstamos bancarios y de 39 a 236 en concepto en pendientes de pago generales. Mientras tanto la mayor parte del sector público municipal fue privatizado, incrementando la carga de gastos para el presupuesto municipal así como las tasas que pagan los ciudadanos. Para hacerse una idea del importante negocio privado que eso ha supuesto baste señalar que sólo los servicios del ciclo integral del agua, privatizados por 30 años, a cambio de 9 millones de euros, dos años antes de mediar el periodo, habían recaudado unos 90 millones de euros en tasas. Sin olvidar que con las privatizaciones los ayuntamientos, se obligan en el contrato a garantizar año tras año los beneficios estipulados para las concesionarias. El ejemplo mas reciente lo tenemos en el llamado plan de ajuste para el pago a proveedores aprobado en 2012, que ha generado una carga financiera para el presupuesto municipal de 237 millones de euros con los correspondientes intereses anuales y en un 70% destinado a las grandes concesionarias privadas, sin que estas tuviesen siquiera la obligación de garantizar salarios ni puestos de trabajo Ahora, las políticas de recortes golpean a gente y amenaza la democracia municipal. Pero el verdadero objetivo de las políticas de recortes, no es la salida de la crisis, sino garantizar al capital la obteniendo beneficios a pesar de ella, cargando en los presupuestos públicos las deudas del sector privado e imponiendo ahorro forzoso a la población.
 Lo que confirma la propuesta para reformar la administración local, presentada por el PP, es que desde hace años las plutocracias empresariales y financieras, tienen un plan de "voladura" de los Ayuntamientos (Ver declaraciones círculo deempresarios 2011 y la propuesta sugeridas por entidades como  la Fundación Everis en 2010) Pero para eso había que llevar antes a muchos Ayuntamientos a un callejón sin salida. Los Planes de Estabilidad Presupuestaria, la insuficiente financiación, y las políticas de privatizaciones que les obligaban a garantizar los beneficios a las grandes  concesionarias fueron los instrumentos al servicio de ese proyecto.  El Plan de ajuste al que los obligó Montoro como medio elegido para afrontar el pago a proveedores, fue una vuelta de tuerca mas.  (¡Y ahora a por los municipios!).

La paradoja, es que cuando se hace política y socialmente mas necesarias fortalecer instancias de control y poder ciudadano, y para ello los municipios por su cercanía son un espacio idóneo lo que hace el Gobierno es debilitarlos en beneficio de los responsables de la crisis.
 El problema no es el exceso de gasto social, ni el exceso de municipios, el problema es la herencia dejada por la especulación, y  el exceso de beneficios privados junto con la ausencia de poder de la gente para imponer una salida alternativa a la crisis capitalista, por eso la solución no es incrementar el desempleo y empobrecer mas aún la ciudad con políticas de ajuste. Es intolerable que el PP esté garantizando los beneficios industriales de las empresas que gestionan los servicios esenciales municipales, y haga pagar la crisis a la ciudad y deteriorando aún más las condiciones de vida de la mayoría de sus habitantes. Hace falta un municipalismo aliado de la desobediencia ciudadana a las políticas de ajuste y los desahucios.

 Para la sociedad que se moviliza, y para la mayor parte de la gente, un objetivo necesario  debería ser por un lado cuantificar la deuda ilegítima junto con los grandes beneficios privados a costa de la privatización de bienes públicos, que las políticas de ajuste han ido cargando en sucesivos ejercicios sobre los gastos municipales, y exigir que su importe sea dedicado a necesidades sociales. Por otro convertir el debate de presupuestos en un ejercicio de democracia participativa, transparencia y poder de la ciudadanía. Sin participación ciudadana los responsables de la crisis, seguirán haciendo grandes beneficios gracias a ella y a costa del sufrimiento de sus víctimas.  ¿Empezamos la ocupación por los Ayuntamientos?
 Jaén 13 de febrero de 2013