miércoles, 5 de noviembre de 2014

Violencia económica

 
El nuevo proletariado global precarizado, exclavizado, invisible, ignorado, y a veces hasta negado, lo componen mayoritariamente mujeres. Ya a principios de siglo,  eran el 80% de la mano de obra  si se tiene  en cuenta las Zonas de Libre Comercio, las maquilas, de explotación laboral extremal. Mientras en occidente poco a poco nos íbamos convenciendo de que la condición de clase obrera había sido superada, y proletariado un concepto carente de "glamour" comunicativo, en realidad sólo estaba cambiando de rostros, de género, y de territorio, con las nuevas estrategias de capitalismo global.

En la actualidad firmas como Inditex, mantienen talleres esclavos a lo largo y ancho del planeta en lugares como Sudamérica, India o el Sudeste asiático, donde mujeres y niñas trabajan  hasta 16 horas diarias, según describía la auditora fiscal del Ministerio de Trabajo Brasileño Juliana Cassiano  “hacinadas con cinco niños en un espacio minúsculo que servía a la vez de taller y vivienda, con un solo cuarto de baño sucio y sin agua caliente, “y todo para ganar 200 o 300 reales [entre 90 y 130 euros] y endeudados con las mafias. La situación era muy, muy grave". (http://www.elciudadano.cl/2014/10/03/117152/detectados-otros-30-talleres-de-esclavos-vinculados-a-zara/)

La socióloga feminista Pun Ngai, en sus investigaciones relata como en las factorías del sudeste asiático son mayoría las niñas entre 12 y 17 años que fabrican juguetes, electrodomésticos y otras mercancías en condiciones de esclavitud, las conocen como las "dagongmei". Trabajan entre 14 y 18 horas. A esto en el mercado global le llaman competitividad, para conquistar el porcentaje adecuado, la economía neoliberal y las clase financiera internacional hoy hegemónica, están dispuestas a llevar a amplias mayorías de la especie humana a situaciones de vulnerabilidad, económica, y ecológica con tal de incrementar sus beneficio. Ahora, las reformas laborales, con la excusa de la crisis y desde antes de la crisis, están creando condiciones lo suficientemente "competitivas" en Europa y en particular en los países del sur.

 Pero la violencia económica no se queda aquí. En el informe sobre el trabajo no remunerado en el mundo, María Angeles Durán concluye que los trabajos no remunerados representan en España ya mas del 53% del PIB y la expectativa durante las próximas décadas es el incremento. Contabilizado en horas de trabajo (INE) en España se dedicarían 52.682 millones de horas anuales al trabajo no remunerado de las cuales el 70%, son llevadas a cabo por las mujeres. De ellos, el mayor porcentaje corresponde a los cuidados necesarios para que la sociedad funcione y sostener la propia vida, de las personas que la componen.

La lógica social de dominación que sostiene esta realidad, no es una avería en el funcionamiento del sistema, sino una de las pilares sobre las que se construyen los procesos de acumulación por desposesión del proyecto capitalista

lunes, 27 de octubre de 2014

El lobby empresarial declara incompatibles maternidad y empleo


Foto Web Maria_Magenta

Apenas habíamos terminado de celebrar la dimisión de Gallardón y doblar las pancartas de las manifestaciones que tumbaron al Proyecto de Ley y al ministro, cuando llega un nuevo aviso de  ataque a los derechos reproductivos de las mujeres. Esta vez las élites económicas del país decidieron prescindir de mediación politica alguna para declarar incompatible la maternidad con el derecho al empleo. Lo ha hecho directamente la presidenta del Círculo de Empresarios, sin  inmutarse, ni inmutar.  Y subrayo esto último, porque las declaraciones de Oriol,  merecen en mi opinión una contestación social del mismo calado que  la recibida por Gallardón. Es posible que Oriol le haya puesto altavoz a una realidad que ya se da en el mercado laboral, mas allá y mas acá de la legislación sobre igualdad, amparándoses en la precariedad y el miedo. Pero que se reclame ahora abiertamente, es un aviso de que se preparan nuevas medidas. Que se haga además poco después de que la respuesta social bloquease el proyecto de Gallardón, me lleva a interrogarme si la retirada del ministro no habrá sido también parte de una victoria: la de haber llevado a todo el movimiento durante meses a un terreno donde aislar la cuestión del aborto del contexto creado por la crisis,  mientras el núcleo duro de los recortes a los derechos laborales y reproductivos se gestaba en otra parte.

(1) ver noticia en este enlace


¡Cuidado!... Un conflicto invisible en la crisis del capitalismo



Al igual que la capacidad de carga de un puente se mide según la fortaleza de su apoyo más débil, la calidad de una sociedad debería medirse por la calidad de vida de sus miembros más débiles. Sin embargo según María Angeles Durán los trabajos no remunerados representan ya mas del 50% del PIB y la expectativa durante las próximas décadas es el incremento. Contabilizado en horas de trabajo, en España se dedicarían 52.682 millones de horas anuales al trabajo no remunerado de las cuales el 67% (35.389 millones) son llevadas a cabo por las mujeres. De ellos, el mayor porcentaje corresponde a los cuidados necesarios para que la sociedad funcione y todas las personas tenga un lugar digno en ella. La economía neoliberal y las clase financiera internacional hoy hegemónica está dispuesta a llevar a amplias mayorías de la especie humana a situaciones de vulnerabilidad, económica, y ecológica con tal de incrementar sus beneficios Un nuevo modelo productivo debería estar basado en la responsabilidad social ante el hecho incuestionable de que la tierra y sus recursos son limitados, nuestra vida es limitada, el tiempo es limitado. En un universo limitado, el sueño del beneficio ilimitado para unos pocos, alimenta una pesadilla colectiva, y para hacerse viable requiere el saqueo de unos pueblos por otros y la explotación de una personas a otras y a menudo de la guerra.  Seis años de crisis, desde que estalló la burbuja financiera en 2008, urge encontrar una agenda ciudadana, para reclamar la deuda que mas nos concierne como especie y nos golpea como como gentes de abajo: La derivada del conflicto entre las bases sobre las que se han articulado el modelo social económico y productivo en crisis y las bases materiales de la vida.

lunes, 13 de octubre de 2014

Ayuntamientos endeudados. ¿Quién debe a quién? (I)



De acuerdo con un estudio de Izquierda Unida, en la ciudad de Jaén alrededor del 80% de la deuda municipal que había en diciembre de 2011, procedería de los presupuestos liquidados entre 1995-2006, ejercicios en los que el Partido Popular gobernó con mayoría absoluta el Ayuntamiento de Jaén. Si contemplásemos la deuda municipal a día de hoy seguramente este porcentaje de responsabilidad crecería a favor del actual equipo de gobierno. Que el Alcalde de Jaén o el actual Concejal de Hacienda discrepen tanto de este dato como del reparto de responsabilidades, me parece tan inútil como impropio.  Es mucho más simple y pertinente que se ocupen de que sean publicados los presupuestos municipales de todo ese periodo con sus correspondientes anexos, liquidaciones e informes técnicos y de la propia Cámara de Cuentas andaluza en la web municipal y que sean la propia ciudadanía o movimientos sociales de la ciudad, quien pueda valorar por si misma los datos y la atribución de responsabilidades.

Desde el punto de vista del interés ciudadano, la cosa se complica un poco más porque no se trata  tanto de un asunto de cantidad, como de cualidad. Puede ser  una trampa abordar el debate sobre las causas y soluciones al endeudamiento de los ayuntamientos al margen de lo que ha significado la financiarización de la economía y su impacto en los marcos locales.  También  puede serlo, si se aborda al margen del papel que cumple la deuda como instrumento de dominio de la clase financiera en tiempos de neoliberalismo salvaje, tampoco debería abordarse el asunto  obviando el papel que ha cumplido y sigue cumpliendo la deuda, como la gran aliada tanto de las políticas de privatización del sector público, como del modelo inmobiliario del capitalismos español desde los años 80, hasta la crisis de 2008.

Sitúar el debate teniéndo en cuenta todas esas perspectivas, es vital si se quiere ganar Jaén para las personas que viven en ella. El horizontes que los poderes económicos tienen hoy sobre la mesa es la liquidación de la política municipal, y el municipalismo para abrir un nuevo ciclo de privatizaciones atendiendo las exigencias de la clase financiera y los ricos de Europa. Limitar el debate sobre la deuda, sea municipal o de cualquier otra administración a una cuestión contable, o situar sin más la responsabilidad de la deuda en el empleo público y en el sobredimensionamiento de las plantilla de personal, como he oído apuntar en mas de una ocasión a algún ciudadano, e incluso escribirlo a líderes de organizaciones sociales de la ciudad, puede llevar a enredarse en amistades peligrosas y extrañas coincidencias con las medidas propuestas por la Troika y su plan de asalto a los ayuntamientos. Algo a lo que ya apunta la llamada  Ley de Sostenibilidad y Racionalización de la    Administración Local y el plan de intervención a los ayuntamientos que curiosamente vienen reclamando con  insistencia desde Montoro hasta grupos de presión vinculados a la oligarquía,  como el caso del Círculo de Empresarios.

 (Continuará…)

domingo, 31 de agosto de 2014

Vestidos para el paraíso




Sencillito para el trabajo, arreglado pero informal. De esta manera lucía el Cardenal Cañizares,  recientemente nombrado  Arzobispo de Valencia, en las ceremonias de ordenación sacerdotales.
No estaba obligado a ser un hombre de gustos sencillos, ni está prohibido en lugar alguno que el traje de la ceremonia lleve una larga tela. El enorme parecido con un traje de novia, llama la atención casi tanto como la persistente y combativa misoginia que han mantenido muchos padres de la iglesia a lo largo de los tiempos. Misoginia de la que ni siquiera figuras como la mismísima Teresa de Ávila, estuvieron  a salvo. 
En un orden económico que, en palabras de la economista feminista Amaia Orozco, “ataca la vida”, atravesado por el riesgo de una crisis ecológica de futuro incierto.  En medio de un mundo en guerra permanente, ese mundo “grande y terrible” en el  que millones de vidas no merecen ser rescatadas, ni seguir vivas, pues en ese mundo, el cuerpo de la mujeres, el control sobre su sexualidad, la criminalización y el estigma de la maternidad libre ha sido y sigue siendo la obsesiva, preocupación de estos  hombres de Dios. El propio Cañizares a propósito de la pedofilia, afirmó en mayo de 2009, que no era comparable "lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios, con los millones de vidas destruidas por el aborto".

Pero... ¿Por qué? .
No es el aborto, ni el truncarse de una vida  lo que les obsesiona, es la posibilidad de la maternidad libre y soberana, lo que les aterra. Por eso el escándalo que organicen por todos esos millones de vidas precarias y prescindibles, siempre será menor que la protesta ante una legislación tolerante con la práctica del aborto.
Y no es que yo diga que practiquen la misoginia  por maldad intrínseca. No, para razonar así la iglesia ya cuenta con las mejores herramientas analíticas. Pienso mas bien, que es algo que tiene que ver con una cuestión antropológica. La religiones casi siempre han tratado de  responder al deseo de trascendencia, a dilemas como la muerte o el sentido de la existencia. Erigirse en mediadora entre la vida y la muerte, entre lo divino y el dolor. Ofrecer la posibilidad de la eternidad y el rescate ante el abismo. Y eso no es cosa que pueda despreciarse fácilmente. Pero, por grande que sea el poder y la esperanza de la promesa, siempre cabe la duda, y es la duda la que impugna fuertemente los pilares sobre los que han construido su reino.  Frente a la promesa, que siempre puede ponerse en duda,  la incontestable evidencia de la vida surgiendo de un cuerpo de mujer. Un rival percibido durante siglos como amenaza para un poder enraizado en lo mas inaccesible del sufrimiento humano.  De ahí la obsesión por degradarlo al nivel del pecado, frente a sus cuerpos masculinos,  los elegidos por Dios para mediar con la eternidad  y el sentido de la vida. Su insistencia en colocar sobre él todos los estigmas, en controlarlo y, en fin, la pertinaz reclamación de condena que atraviesa todos los tiempos, desde Eva, o los días de brujas en las hogueras, hasta la actual connivencia con los ataques a la vida perpetrado por los mercados neoliberales. En cambio, la beligerante exigencia de legislaciones que les reafirmen como los procuradores de vida eterna, manteniendo el control simbólico, legal, material, económico e intelectual sobre la maternidad, su incómoda rival, que no es eterna, pero es evidente, y como diría Hannah Arendt, al menos ofrece al desconsuelo humano la posibilidad de establecer nuevos comienzos.

jueves, 10 de julio de 2014

Por un federalismo municipalista y la democratización molecular de la vida cotidiana

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La democracia municipal está desde hace tiempo en el punto de mira de reformas legislativas profundamente regresivas. Ya en los primeros años de la crisis, desde algunos círculos empresariales se reclamó la supresión de ayuntamientos. Y si hace unos meses el Gobierno anunciaba una llamada Ley de Racionalización, ahora responde con una reforma de la legislación electoral ante el riesgo de que las próximas elecciones municipales hagan inviables los consensos bipartidistas o abran la posibilidad a que los gobiernos locales se conviertan en aliados de la ciudadanía contra las políticas de expolio. De un lado, la guerra emprendida contra la sociedad por la Troika y sus grupos financieros, dirigida hacia lo que queda del sector público municipal con la deuda como coartada, y de otro, la democracia, la lucha por el derecho público a la ciudad, este sería en resumen dos grandes líneas que se confrontan en el escenario municipal.

En el camino hacia la destrucción social de Europa dirigido por la Troika, ha sido ya fijado el próximo objetivo: los ayuntamientos, junto con sus bienes y servicios, son lo siguientes en la escalada financiera contra la sociedad. La enorme acumulación privada de riqueza, derivada de la especulación que ha llevado a la crisis global de estos años, necesita encontrar nuevos espacios para la valorización y su objetivo ahora apunta hacia la autonomía local. Ya en 2011, el Deutsche Bank, en su informe a la Comisión Europea “Beneficios competencias y crecimiento”, indicaba que los Ayuntamientos ofrecen el mayor potencial de privatizaciones. Esta es la verdadera razón que mueve la llamada Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, el último asalto ordenado desde los poderes financieros para expoliar los ayuntamientos y neutralizar el riesgo de que por su cercanía a la gente y a los escenarios del malestar social, puedan convertirse en un aliado para la práctica democrática y la concreción de poderes ciudadanos frente a la dictadura financiera.

Sin embargo, el expolio de los ayuntamientos no es algo reciente. Desde los años 90 y en particular en los últimos 15 años se viene produciendo con el concurso de varios factores:

El Pacto de Estabilidad Presupuestaria y Crecimiento Interno con las distintas medidas anuales que de él se derivan, que impusieron a los Ayuntamientos los objetivos de estabilidad presupuestaria fijados por el Estado de acuerdo con la UE. Las consecuencias de ello van desde la limitación de las posibilidades de contratación de personal, abriendo incluso la posibilidad de despidos colectivos, hasta el deterioro planificado de los servicios, para favorecer campañas ideológicas de desprestigio de lo público, pasando por la una reducción drástica de la capacidad de inversión y la limitación del gasto corriente hasta el punto de poner en riesgo el propio funcionamiento. En resumen: la propia lógica del Pacto conlleva un proceso forzado de endeudamiento, incremento de los tributos locales, privatizaciones de servicios públicos municipales y enajenación de patrimonio.

El segundo factor, agente del expolio municipal, han sido los recortes en la financiación que, en vez de reorganizar el gasto eliminando el despilfarro y las corruptelas, llevaron a la reducción en los servicios que se prestan, sin orden de prioridades ni programación de necesidades.

Un tercer factor de impacto fue la aprobación del Pacto Fiscal con el objetivo suscrito en el ámbito europeo de disminuir al 60% en veinte años la relación deuda/PIB. Ello supone una reducción anual drástica del 3,3% con un coste de más de 50.000 millones de euros al año. Si a esto se añaden las medidas para constitucionalizar la doctrina neoliberal, el cuadro final queda claro. El objetivo es colocar a los Ayuntamientos contra la pared desde el punto de vista económico y obligarlos a poner todo su patrimonio a disposición del lobby bancario y financiero. Esto es lo que esconden las modificaciones de la legislación local promovidas en los últimos tiempos, algunas de ellas particularmente agresivas, como la que actualmente impulsa el Gobierno del PP, en España.

El territorio se ha convertido en instrumento de la valorización financiera mediante la continua recalificación de suelo, favorecida por una normativa que permite emplear las plusvalías urbanísticas en gasto corriente de los ayuntamientos. Por otro lado, los históricos déficit de financiación y los objetivos de estabilidad presupuestaria han resultado unos eficaces aliados de los intereses especulativos para obligar a los municipios a poner a disposición de la especulación inmobiliaria cada vez mas suelo, como fórmula perversa de obtención de ingresos. En está lógica expropiatoria han estado también las obras faraónicas - ya se trate de bases militares, mega proyectos, infraestructuras o eventos- que han servido para consagrar el territorio a los intereses de los poderes financieros y la especulación inmobiliaria.

Si estamos de acuerdo en que lo que está ocurriendo es un proceso enorme de expolio, puede deducirse que ahora las modificaciones legislativas tratan de impedir que los pueblos y ciudades se conviertan en marco adecuado para ensayar formas de organización y protesta que permitan la reapropiación, por la sociedad, de la democracia y los bienes comunes. Esto sitúa a los gobiernos municipales frente a una disyuntiva: deberán decidir si son los ejecutores últimos de un proceso de privatizaciones que desde la Troika baja a los gobiernos y continúa hasta los ayuntamientos, o se ponen de parte de sus habitantes y se confrontan radicalmente a ella.

Los procesos de urbanización están estrechamente vinculados a la reproducción y absorción de excedentes de capital a escala geográfica cada vez mayor y se lleva a cabo siempre a costa de la desposesión de sus habitantes ( Harvey). Eso convierte a los barrios y los territorios de la vida cotidiana en los escenarios del conflicto social. Reivindicar el derecho a la ciudad y construir formas de poder ciudadano en la toma de decisiones sobre los procesos de urbanización, no sólo significa hoy responder al poder de los especuladores confrontado a los derechos ciudadanos, sino que sitúa lo local como espacio desde el que articular resistencias frente al proyecto de la Troika, creando y recreando el profundo cambio de valores que otro modo de producir, vivir y consumir requiere. Hay algo que a estas altura no puede obviarse, para responder a los modelos cada vez mas autoritario y presidencialistas, aliento de la pasividad social y la financiarización, los movimientos sociales debe trabajar con urgencia en definir las líneas de un municipalismo cooperativo y solidario para promover desde la base, modelos alternativos en los que las relaciones políticas, económicas y sociales tengan como objetivo la igualdad, el crecimiento sostenible, el federalismo, la tolerancia, el internacionalismo, la paz y la reorientación del tipo de división internacional e interior del trabajo que hemos heredado.

Ese otro municipalismo, activo en la lucha contra el expolio capitalista, requiere que la ciudadanía recupere los ayuntamientos para convertirlos en aliados de la gente y en herramienta que ayude a la auto-organización de las iniciativas ciudadanas. La desobediencia tanto al Pacto de Estabilidad, que acordaron los dos grandes partidos castigados en las urnas, como a la reforma local que pretende aplicar estrictamente las disposiciones de una Troika impugnada en las urnas, en la calle y en los centros de trabajo por las distintas mareas, deben ser el núcleo de alianzas sociales y ciudadanas que mas allá de las aspiraciones electorales o de la mera articulación de coaliciones con ese fin, sepan combinar unidad y diversidad en torno a un programa para construir ciudades de los derechos humanos para todas, dando vida a experiencias de democracia participativa, impulso al protagonismo de los movimientos sociales y a una alternativa de desobediencia a los planes de estabilidad y austeridad.

Francisco Sánchez del Pino y María Dolores Nieto Nieto. Publicado en Rebelión
 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186974

sábado, 24 de mayo de 2014

Jazz en el aire

                                                                                                            (A Quisco Galán)

 

 

 Volvíamos pronto del mercado tu luz y mi nostalgia.

 Caminábamos con la brisa soleada de mayo, cuando las notas de un saxofonista callejero nos hicieron detenernos.

 Permanecimos sentados cerca de la melodía el tiempo que duran dos canciones,  

y  poco a poco la música del saxo

 fue llenando la calle con tu forma de caminar.


 "Los músicos callejeros, en todas las ciudades deberían ser declarados bienes de alto interés para el municipio"


 he recordado que solías decir.


 Las notas musicales eran ya, apenas una bruma de aire, 

al final de la calle por la que esta mañana, 

el paciente compañero de la gaviota marina vino a dejar su saludo. 

 Pero se les ha oído contar, 

que cuando partimos,

 tejen una alianza con la memoria, 

para que el vacío no ocupe nuestra lugar.

domingo, 18 de mayo de 2014

Amistades peligrosas


El machismo sin complejos del PP ha irrumpido en la campaña, convirtiendo el bipartidismo excluyente del debate televisado a dos, en cosa de todas y avalando la estrategia electoral del  PSOE y Elena Valenciano, abanderada de la causas de la igualdad frente al PP.
Zapatero en su momento concluyó que la intervención en la guerra de Afganistán era causa justa, a diferencia de la de Irak porque según la OTAN se trataba de apoyar la liberación de la mujeres afganas ( Malalai Joya y las mujeres de Rawa no compartían esta apreciación) Me pregunto si ahora Elena Valenciano está pensando lo mismo respecto a las razones que justificarían la  hipotética gran coalición, y al final resulte ser esta, el pacto de estado al que en nombre de la lucha contra la violencia de género, ha invocado alguna vez.

 En una sociedad fragmentada donde crecen por todas partes la pobreza y las víctimas de las políticas de ajuste, la apelación a la causa de las mujeres por parte de quienes luego administran las políticas de castigo a la población es mas que probable que  perjudique a la mayoría. En la democracias demediada de una UE basada en el drenaje económico de los países del sur a favor de los centros de poder económico y el saqueo de derechos para transferir rentas hacia la casta financiera, existe el riesgo de que sean las mujeres por abajo quienes terminen pagando la ira y el malestar social con procesos hoy personificados también en simbólicos femeninos asociados a “la casta”, como el caso del FMI, el gobierno alemán o español.  Por otro lado el impacto de las medidas de ajuste, han propiciado un contexto tal de desprotección social, explotación laboral, pobreza creciente, precariedad, violencia económica, recortes, y miedo, que recalan en el silencio de los hogares y se convierten en eficaces aliados de la violencia machista.

Los dilemas de la generación precaria que tomó las plazas el 15M, ahora hace tres años, son en parte diferentes de los que vivía la generación de los años 70/80, incluso 90. Hasta la cuestión del aborto se enfrenta hoy a un contexto diferente. En España, digan lo que digan Gallardón y "la caverna", el aborto mas extendido es el que hace algunos meses Bárbara Celis denominaba "aborto sin bisturí" . Hay un feminismo, enredado en una "amistad peligrosa" (1) con el neoliberalismo para apropiarse de las luchas de las mujeres convirtiéndola en escudo de las políticas de recortes en beneficio de una minoría, que no quiere enterarse de ello, pero la subordinación de las mujeres no es una avería  en el funcionamiento del sistema, es un componente estructural del mismo, por  eso el feminismo no puede obviar cuestiones como el asalto en curso del capital financiero sobre la reproducción social, ni ayuda mucho hoy, una denuncia del sexismo  escindida de la crítica estructural al capitalismo.  La fidelidad  a las exigencias de la troika, como la que llevó a la modificiación del articulo 135 de la Constitución, son incompatibles con la libertad y la igualdad de las mujeres.¡No, en nuestro nombre!

18 de mayo de 2014

1) N. Fraser

miércoles, 23 de abril de 2014

la legalidad según Susana Díaz no incluye el derecho a techo.



Primero la victoria de la Marea Blanca en Madrid, luego Gamonal y el 22M, y ahora la Corrala Utopía... Lo que de verdad le preocupa a Susana Díaz de la actuación de la Consejera de Vivienda es que otras muchas familias afectadas lleguen a la conclusión de que si se organizan y defienden su derecho a la vivienda o a un empleo digno, ellas también pueden

martes, 1 de abril de 2014

Echar raices y contagiar la alegría del 22M


Foto Teresa Avalos. 22M. Madrid
Se veía venir. Miles de personas caminando durante mas de una semana por carreteras y senderos de todo el país, hasta dar vida a una de las mayores movilizaciones que hemos conocido en los últimos tiempos. Poniendo rostro al descontento social con una realidad de precariedad insostenible. Dando voz y protagonismo a los seis millones de personas desempleadas, a los 700.000 hogares sin ingresos y a la segunda tasa mas alta de pobreza infantil en Europa, como denuncia el último balance de Cáritas. Con este clima de desastre social y económico,  ni Cifuentes, ni el Gobierno, ni la hipotética gran coalición en ciernes con foto de cúpula sindical las vísperas, estaban dispuestos a permitir que fuese la dignidad ciudadana, la noticia del 22M.

La criminalización de las protesta no es nueva, ni tampoco lo es que la violencia promovida desde las propias intervenciones policiales, terminen encontrando sus aliada en prácticas de grupos de procedencia incierta que promueven acciones al margen de la elaboración colectiva.

El sábado 22M en Madrid desde la mañana se respiraba ambiente de fiesta ciudadana, con columnas procedentes de todo el Estado entrando por los cuatro costados a la ciudad. Unos 900 autobuses y trenes,  incontables coches particulares se incorporaron a lo largo de la intensa jornada a los grupos que llevaban ya días caminando hacia Madrid en medio de la escasa atención informativa. Otros fueron bloqueados antes de llegar. La manifestación de la tarde inmensa. Se puede contar mal el número de participantes para restarle importancia, pero es difícil negar la imagen de Atocha, los ocho carriles del Paseo del Prado y Recoletos, más los bulevares, a lo largo de  2 kilómetros abarrotados de manifestantes.

Como la dimensiones de lo que estaba ocurriendo eran demasiado grandes para negarlo, era mas oportuno construir otro relato, al tiempo que por la red de autopistas privadas anunciaban un nuevo rescate-saqueo. Sin embargo lo ocurrido  al final de la manifestación del día 22, no es creíble que sucediese al margen de ciertas estrategias para crear un clima social que justifique las modificaciones legislativas promovidas por el Gobierno, como la ley mordaza, la regulación del derecho a huelga,  o el endurecimiento del Código Penal dirigido contra las protestas ciudadanas. Por eso para los movimientos sociales es importante no demorarse en ese terreno y encontrar formas creativas e inclusivas de protesta y de iniciativa social que sigan sumando voluntades y cuyo espacio no pueda  apropiarse fácilmente el adversario.

En este sentido, hay una larga tradición de experiencias de acción directa, creativas, no violentas, que enlazan con las desplegadas hoy por movimientos como las PAH.  Pensemos por ejemplo en las prácticas ensayadas con mucho éxito por las mujeres pacifistas en las acciones del movimiento contra la guerra o el movimiento antinuclear de los años 80. Su rechazo a “mostrar músculo” en sus prácticas de desobediencia civil no las hizo por eso menos contundentes. Pienso ahora, las experiencia de las mujeres de Greenham Common, que analizamos hace algunos meses en el CRL. Situarse fuera de la lógica  de la violencia no las hizo mas débiles, ni menos eficaces y nos siguen pareciendo, también en la etapa que se está abriendo, referencias potente para los movimientos sociales actuales. Para quienes miren con impaciencia este tipo de prácticas coloristas y pacíficas o las consideren cosa de débiles, les recuerdamos que actualmente en la base de Rota, en medio del silencio de la población  y los movimientos ciudadanos, EEUU continua  con su plan de instalación del escudo antimisiles, (otro de los regalitos que nos dejó Zapatero) y les invito a imaginarlas en una protesta sostenida durante años, que termine estropeando el proyecto al ejército mas poderoso del mundo.

El enorme éxito las marchas de la dignidad indican que hay un potencial importante de resistencia y rechazo a las políticas de la Troika.  ¿Cómo seguir caminando después del 22M?.  Si el éxito del neoliberalismo, echa sus raíces en la desmovilización y el abstencionismo de la ciudadanía,  la fuerza y las conquistas de un movimiento alternativo llegarán tan lejos como su capacidad de trenzar vínculos, para extender sentido común y prácticas que se asemejen lo mas posible al escenario social y económico que se quiere construir y esa es una tarea de ritmo lento y constante que desbordan el espejismo de la revolución a la vuelta de la esquina. Las energía social que desencadenan las movilizaciones masivas construyen resultados práctico si se terminan convirtiendo en impulso común, para iniciativas enraizadas localmente creando poderes sociales y ayudando a elaborar, y experimentar alternativas de vida, de producción y consumo al capitalismo neoliberal en crisis.

Ahora es el momento de trabajar en el terreno local. Es el momento de concretar propuestas y de hacer valer en el territorio toda la ilusión despertada, toda la indignación y esperanza que lucha por salir a flote, algo con lo que muchos desde arriba no contaban. Esas ganas de contribuir a transformar  la realidad fue la  que subió  a los autobuses y dio vida al 22M. Son gentes, muchas de ellas, que han sentido un impulso para decir basta esta vez, y a decirlo colectivamente, a pesar de todo, a pesar del desánimo inducido por los groseros ideólogos de la fatalidad, a pesar del descrédito de la contestación, a pesar de las amenazas y de los inquietantes despliegues policiales frente al ejercicio de la ciudadanía activa; gentes que en muchos casos no formaba parte de las organizaciones convocantes pero que saben que esto no puede, no debe continuar, y que para ello hay que comprometerse y salir de la soledad. Son esas gentes las que cortocircuitan los mecanismos de manipulación de masas más allá de las posibilidades y el limitado alcance de los medios de información alternativos, porque no hay mejor testimonio que la participación en primera persona, y son muchos y muchas, más de los controlables, los que pueden comunicarlo. Muchas de esas gentes están comprometidas con otro tipo de movimientos asociativos, otras sencillamente fueron llamadas por una “autoconvocatoria personal”, y todas ellas tendrán que adquirir un nuevo protagonismo para construir después del 22M. Ahora es el momento de la iniciativa desde los territorios, ligando las propuestas a lo cercano desde alianzas ciudadanas amplia entre las organizaciones en toda su pluralidad, entre estas organizaciones, y las gentes comunes y corrientes con sus preocupaciones concretas, el intercambio de experiencias y la irrupción de nuevos sujetos, es posible una elaboración colectiva de objetivos, incluida una discusión sobre cómo estar en las movilizaciones para que no sean los de arriba quienes lleven la iniciativa, marquen los acontecimientos y escriban el relato.

En los autobuses de la dignidad, que siguen rodando más allá del 22, ahora asentados en un territorio, germinan las posibilidades de formación de un soberano que requiere su ritmo y su tiempo, pero que no por ello deja de ser urgente.
Así, y después de eso, podremos volver a Madrid, volver  y, cuantitativa y cualitativamente, ser más.

Jaén Abril de 2014

Francisco Sanchez del Pino  María Dolores Nieto Nieto

domingo, 2 de marzo de 2014

Aportaciones al debate de las elecciones europeas. Una prioridad necesaria, la articulación social de pueblos, barrios y ciudades

I.- Europa en la crisis:  de la  ingobernabilidad de las democracias” (Comisión Trilateral) al golpe global de la Troika.                                            

La crisis del sistema capitalista es general y viene de lejos. A mediados de la década de los años 70, en un periodo de tiempo en el que las luchas obreras y de liberación nacional aún se dejaban sentir en Europa, en el mundo, comenzó a gestarse una contraofensiva del capitalismo en el plano militar, económico y sociocultural.
La Comisión Trilateral, que se había fundado en 1973 a iniciativa de David Rockefeller como “una administración auténticamente común” del sistema internacional por parte del capitalismo de EE.UU, Europa Occidental y Japón, no tardó mucho en suministrar un conjunto de orientaciones para pasar a la ofensiva a nivel mundial tras la experiencia de los años 60. Así, en 1975, se publica “La crisis de la democracia”, un informe encabezado por  Huntington, Crozier y Watanuki, tres intelectuales a su servicio de cada una de aquellas zonas estratégicas, que alertaban sobre la “ingobernalibilidad de las democracias capitalistas” y planteaban la necesidad de superar el “exceso de democracia” y la extensión “de medidas de apatía y no compromiso por parte de algunos individuos y grupos” como un prerrequisito para la “democracia”.
Los parlamentos de las “democracias” formales habían venido funcionado como espacio privilegiado de la formación de la voluntad de la clases dominantes cuando ninguna de las fracciones de las mismas tenía un poder económico tan superior al de las demás que resultaran inútiles los pactos y las alianzas coyunturales entre ellas y mientras la desagregación de las clases dominadas fuera tal que su intervención en la formación de la política del estado no pusiera en peligro el sistema de relaciones de producción.
Así, con la contrarrevolución capitalista de los años 80, la victoria del neoliberalismo, el impulso de una segunda globalización capitalista -facilitada por la automatización, la cibernética, la nuclearización y, con posterioridad, la aparición de internet y las biotecnologías- y la financiarización de la economía, se iniciaba el asalto de las posiciones conquistadas por las clases trabajadoras. Tras aquellos “treinta años gloriosos” de la victoria antifascista y anti-nazi en la guerra revolucionaria, le seguirían cuarenta años de contrarrevolución de capitalismo neoliberal.
 Tras la integración definitivaen en el “proyecto atlántico" de los países del sur de Europa (ahora convertidos en su periferia (“pigs”) tras varias décadas de “modernización destructiva”) y previa derrota de los intentos revolucionarios de una extensión político-militar de la construcción de alternativas industriales no capitalistas, se impulsa la construcción de una Unión Europea (Maastricht-Amsterdam) que, tras la “unificación alemana” deviene una gran área económica europea hoy claramente hegemonizada por una Gran Alemania en Europa.
  Garantizar hoy aquella “gobernabilidad” de la economía de mercado y la “estabilización” institucional, sin mediación alguna y no limitada por la población ni la democracia (ejecutivos fuertes, bipartidismo funcional y “grandes coaliciones”, extensión del derecho de “excepción” y penal del “enemigo y el control social), es el motor principal de la crisis actual, esto requiere el control social de las personas y  la reducción de la política a mero gobierno de las cosas lo que ha llevado a la destrucción de las formas de “partido” como instrumentos de representación de proyectos sociales y de transformación del mundo existente.
            Necesitamos volver a repensar la “vida política” si verdaderamente se quiere mantener un horizonte y una perspectiva de democratización real y de emancipación humana en la actualidad. Y ello requiere, en primer lugar, una nueva articulación y autoorganización de las poblaciones y las clases dominadas superando el “policismo institucional” (el oxímoron de la “revolución parlamentaria”) y “el elitismo vanguardista”. Se trataría de impulsar un amplio movimiento intelectual, político y práctico que contribuya a erosionar la ideología de sujeción originada en la sociedad clasista; un movimiento por el que cualquier persona, partiendo de las condiciones sociales de existencia que la limitan, participa en la configuración de idealidades nuevas, destruyendo el aspecto de clase de la cultura, especialmente la moral clasista, y estableciendo con las demás personas relaciones nuevas no sólo en el terreno de la producción sino en el de las representaciones intelectuales.
 Pensar iniciativas electorales sin priorizar esa orientación de democratización anticapitalista de las sociedades es engañar y engañarse.

 II.- La articulación social de pueblos, barrios y ciudades, un escenario necesario contra las políticas de la nueva “Gran Alemania”

Si bien décadas de neoliberalismo han restaurado el poder de clase de las élites mas ricas agravando la fragmentación social y la pobreza, en ese proceso han ido ocurriendo todo tipo de movimientos urbanos que tratan de reconfigurar la ciudad. En un lado la guerra emprendida contra la sociedad, por la Troika y sus grupos financieros, dirigida hacia lo que queda del sector público municipal con la deuda como coartada. En el otro lado, la ciudad, los barrios, los territorios de la vida cotidiana, espacios donde emergen nuevos escenarios del conflicto social.
 Dos hechos recientes remiten a la idea de las ciudades como centro de acumulación capitalista y línea de frente en las luchas de clase por el control del acceso a los bienes comunes (Harvey): La reforma de la ley de administración local, en el lado de la expropiación y el conflicto de Gamonal, en el lado de la respuesta social. Ambos son expresión tanto de los procesos de acumulación por desposesión en el medio urbano como de los conflicto sociales que se derivan.
 Reivindicar el derecho a la ciudad y construir formas de poder ciudadano en la toma de decisiones sobre los procesos de urbanización, no sólo significa hoy responder al dilema poder de los especuladores contra los derechos ciudadanos, sino que sitúa lo local como espacio desde el que articular resistencias frente al proyecto de la Troika, creando y recreando el  profundo cambio de valores que otro modo de producir, vivir y consumir requiere.
 Las elecciones al Parlamento Europeo que se celebran el próximo mes de mayo abren la ocasión de situar, sobre la mesa del debate público, la centralidad del papel de las instituciones de la Unión Europea, como parte integrante de la Troika, en la desposesión sistemática que las poblaciones vienen padeciendo. Un expolio que va más allá de la crisis propiamente dicha, y que a su vez la alimenta como herramienta, empleando como correa de transmisión la totalidad de las administraciones públicas, desde la central, pasando por la autonómica, hasta la local. Este proceso electoral abre la posibilidad de una expresión considerable de rechazo popular a esas políticas que, además, trascienda a la mismas elecciones para permitir una amplia alianza ciudadana en torno a proyectos alternativos de ciudad, de país y de integración regional.
 La línea de las encuestas hace prever un declive de los dos partidos que, en sus sucesivas presencias de gobierno central y sus simultáneas gestiones de gobiernos autonómicos, han aplicado con esmero las políticas dictadas de desmontaje de derechos y de trasvase masivo de recursos desde abajo hacia arriba, creando una situación social insostenible de desempleo y pobreza sin más perspectiva de salida que la que ofrece la salida física del país, imprescindible para reducir las cifras de desempleo por la vía de la pérdida de población activa. Izquierda Unida espera resultados relativamente buenos como consecuencia de esa caída del bipartidismo, si bien, en gran parte, sobre la base de un crecimiento porcentual que se asienta en unas cifras de participación preocupantemente escasas. Resulta evidente que a la articulación del bloque político y social mayoritario le queda aún un largo camino por recorrer, un camino a veces obstaculizado por los mismos mecanismos o prácticas de presencia institucional que se discuten desde muchos movimientos sociales.

III.- Cómo hallar el lugar de Izquierda Unida

La irrupción de otras candidaturas del ámbito de la izquierda puede leerse como un intento de conexión político-electoral con parte de esos sectores de la población que actualmente no encuentran un referente claro de representación entre los actores políticos "tradicionales", tal y como expresan los elocuentes porcentajes de abstención referidos. Si la voluntad que impulsa tales iniciativas es la de ayudar a articular una mayoría social en torno a un proceso unitario, el hecho debiera ser bienvenido. Izquierda Unida tiene, en este contexto, una responsabilidad especial como organización política hasta ahora mayoritaria dentro del espacio de referencia de la izquierda, y como tal, reconociéndose como "necesaria pero no suficiente", a ella le corresponde poner en marcha los mecanismos necesarios para que no se obstaculicen las condiciones de posibilidad de un consenso necesariamente amplios y unitarios, entre otras cuestiones, en torno a la elección de la candidatura y los/las cabezas de lista.
 Tres tareas nos parecen importantes ahora: 1ª) Situar las elecciones europeas como un marco adecuado para realizar una pedagogía cultural y social contrario al carácter imperialista de la UE y la destrucción social que conllevan sus políticas, haciéndolo desde el marco territorial y las ciudades en la perspectiva de un municipalismo solidario y cooperativo. 2ª)  Primar la articulación de movimientos sociales y gentes en la lucha por los bienes necesarios . 3ª) Hacer un gran esfuerzo para conquistar un proceso de diálogo entre los diversas iniciativas electorales de cara a las elecciones europeas para alcanzar un acuerdo de unidad verdadera y concreta, sin soberbias ni autosuficiencias. 

Jaén febrero de 2014
María Dolores Nieto Nieto, Francisco Sánchez del Pino. 
 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=181231