De acuerdo con un estudio de Izquierda Unida, en la ciudad
de Jaén alrededor del 80% de la deuda municipal que había en diciembre de 2011,
procedería de los presupuestos liquidados entre 1995-2006, ejercicios en los
que el Partido Popular gobernó con mayoría absoluta el Ayuntamiento de Jaén. Si
contemplásemos la deuda municipal a día de hoy seguramente este porcentaje de
responsabilidad crecería a favor del actual equipo de gobierno. Que el Alcalde
de Jaén o el actual Concejal de Hacienda discrepen tanto de este dato como del
reparto de responsabilidades, me parece tan inútil como impropio. Es mucho más simple y pertinente que se
ocupen de que sean publicados los presupuestos municipales de todo ese periodo
con sus correspondientes anexos, liquidaciones e informes técnicos y de la
propia Cámara de Cuentas andaluza en la web municipal y que sean la propia
ciudadanía o movimientos sociales de la ciudad, quien pueda valorar por si
misma los datos y la atribución de responsabilidades.
Desde el punto de vista del interés ciudadano, la cosa se
complica un poco más porque no se trata
tanto de un asunto de cantidad, como de cualidad. Puede ser una trampa abordar el debate sobre las causas
y soluciones al endeudamiento de los ayuntamientos al margen de lo que ha
significado la financiarización de la economía y su impacto en los marcos
locales. También puede serlo, si se aborda al margen del
papel que cumple la deuda como instrumento de dominio de la clase financiera en
tiempos de neoliberalismo salvaje, tampoco debería abordarse el asunto obviando el papel que ha cumplido y sigue cumpliendo la deuda, como la gran
aliada tanto de las políticas de privatización del sector público, como del
modelo inmobiliario del capitalismos español desde los años 80, hasta la crisis
de 2008.
Sitúar el debate teniéndo en cuenta todas esas perspectivas, es
vital si se quiere ganar Jaén para las personas que viven en ella. El
horizontes que los poderes económicos tienen hoy sobre la mesa es la
liquidación de la política municipal, y el municipalismo para abrir un nuevo
ciclo de privatizaciones atendiendo las exigencias de la clase financiera y los
ricos de Europa. Limitar el debate sobre la deuda, sea municipal o de cualquier
otra administración a una cuestión contable, o situar sin más la
responsabilidad de la deuda en el empleo público y en el sobredimensionamiento de
las plantilla de personal, como he oído apuntar en mas de una ocasión a algún
ciudadano, e incluso escribirlo a líderes de organizaciones sociales de la
ciudad, puede llevar a enredarse en amistades peligrosas y extrañas
coincidencias con las medidas propuestas por la Troika y su plan de asalto a
los ayuntamientos. Algo a lo que ya apunta la llamada Ley de Sostenibilidad y Racionalización de
la Administración Local y el plan de
intervención a los ayuntamientos que curiosamente vienen reclamando con insistencia desde Montoro hasta grupos de
presión vinculados a la oligarquía, como
el caso del Círculo de Empresarios.
(Continuará…)
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