sábado, 24 de mayo de 2014

Jazz en el aire

                                                                                                            (A Quisco Galán)

 

 

 Volvíamos pronto del mercado tu luz y mi nostalgia.

 Caminábamos con la brisa soleada de mayo, cuando las notas de un saxofonista callejero nos hicieron detenernos.

 Permanecimos sentados cerca de la melodía el tiempo que duran dos canciones,  

y  poco a poco la música del saxo

 fue llenando la calle con tu forma de caminar.


 "Los músicos callejeros, en todas las ciudades deberían ser declarados bienes de alto interés para el municipio"


 he recordado que solías decir.


 Las notas musicales eran ya, apenas una bruma de aire, 

al final de la calle por la que esta mañana, 

el paciente compañero de la gaviota marina vino a dejar su saludo. 

 Pero se les ha oído contar, 

que cuando partimos,

 tejen una alianza con la memoria, 

para que el vacío no ocupe nuestra lugar.

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