La expresión de la ciudadanía no se agota en las urnas.
Ahora toca seguir escuchando.
Si en noviembre fueron las políticas del PSOE contra los de abajo las derrotadas, ahora han sido las llevadas al extremo por el PP las que han recibido una severa contestación, aparajada a la que en las calles se ha llevado a cabo a través de las movilizaciones sociales y sindicales contra la reforma laboral, incluyendo la Huelga General.
La abstención ha afectado esta vez, sobre todo, a votantes del PP, pero las cifras son tan significativas que no cabe bajo ningún concepto ignorar otro de los factores explicativos de ese fenómenos: el desencuentro general entre ciudadanía y fuerzas políticas, una crítica seria y fundamentada a ciertas formas de hacer política, formulada seriamente desde hace un tiempo por sectores del movimiento 15-M.
Ha ganado el miedo al PP, y las gentes de IU no podemos contribuir a la instauración del objeto de ese miedo en Andalucía. Pero tenemos también un serio problema democrático en esta tierra, donde la corrupción se ha ido desarrollando como un nudo decisivo del modo de hacer política. A partir de ahí, tenemos un doble reto:
1) Oposición contundente a las políticas de castigo contra los de abajo, que están recibiendo respuesta a través de las últimas movilizaciones.
2) De acuerdo a lo anterior, abrir un diálogo constituyente entre amplios movimientos sociales, desde el movimiento obrero organizado hasta el 15-M, para abrir un nueva época o ciclo de luchas sociales por una política que dé respuesta a las necesidades de las poblaciones. El incremento electoral y la ausencia de mayoría absoluta, podría abrir posibilidades para la fase que se abre tras la HG del 29 de Marzo o, más ampliamente, entre esta y la anterior emergencia del 15M. Hemos de extraer lecciones para dar respuestas adecuadas a la población que sufre las políticas impuestas por los de arriba.
Hemos formulado la necesidad de evitar el gobierno “de excepción” del PP como una idea “en negativo”. Ahora se trataría de elaborar y definir un proyecto en positivo, que responda a las demandas mayoritarias de la población y que se fundamente en una nueva relación o acuerdo entre lo político y las personas, y ese esfuerzo hay que realizarlo conectando con la ciudadanía, con los procesos de movilización social contra las políticas de castigo a los de abajo, con las reivindicaciones de una reapropiación ciudadana de la democracia.
Tenemos que preguntarnos si una entrada de IU a un gobierno conjunto con el PSOE atendería y daría respuesta a esta serie de elementos y supondría algún tipo de oportunidad para contribuir a la movilización y al fortalecimiento de los poderes ciudadanos frente a los mercados.
Por otra parte, no es posible ya mantener una cultura política de la delegación permanente de responsabilidad y de poder en los políticos, como si un “gobierno progresista estable”, como por ahí se pretende, fuera por sí sólo a dar respuesta a todo el complejo de necesidades que se aparecen. También tenemos que ser capaces de explicarnos y de explicar “de qué se habla cuando se nos habla de estabilidad”. La palabra está demasiado manida como para no preguntárselo.
La respuesta a la crisis necesita profundizar en un tipo de ciudadanía consciente de su poder y su capacidad de incidir en los procesos. Por ello, y entendiendo que es necesario poner en práctica esa idea, desde la Asamblea Local de Izquierda Unida de Jaén acordamos poner en marcha:
1) Un proceso real y abierto de participación entre las gentes, no sólo a militantes, sino a votantes y simpatizantes que quieran expresar sus valoraciones sobre la situación después de las elecciones del día 25, para lo cual se articularán tanto instrumentos virtuales como físicos (buzones, mesas,…).
2) Una iniciativa por la convocatoria de un referéndum vinculante en todas las asambleas de base ante cualquier posibilidad de acuerdo de gobierno, tal y como viene establecido en el artículo 42 de los Estatutos de IU-LV-CA.
3) El esfuerzo porque ese referéndum recoja amplias opciones, más allá de la de pacto de gobierno o de legislatura, y en particular una tercera por la que apostamos desde nuestra asamblea: la de conquistar, sobre la base de tres o cuatro propuestas fuerza pactadas con la ciudadanía y que prioricen la cuestión social y el empleo, un acuerdo de investidura que elimine el miedo al PP, pasando posteriormente a la oposición en una actitud de “tolerancia distante” con el PSOE, intentando, desde esa posición, iniciar un proceso de acumulación de fuerzas para una oposición social al estado de excepción decretado por la oligarquía financiera; abrir un nuevo ciclo de luchas sociales, construir la izquierda en Andalucía; e impulsar desde abajo un proceso constituyente democrático, social y republicano.
4) Un llamamiento al conjunto de asambleas locales de la provincia de Jaén y de Andalucía a abrir procesos participativos semejantes y a la movilización por un proceso de referéndum según lo establecido.
5) La convocatoria de una Asamblea Local en la ciudad de Jaén, abierta a la participación de componentes movimientos sociales de la ciudad.
Jaén, 3 de abril de 2012
He leído lo escrito y estoy totalmente de acuerdo con lo que expresas. Un sillón no es moneda de cambio. Más cuando se lleva tanto tiempo luchando contra los sillones. Contra esa forma de hacer política. Recordad que en Andalucía casi un 40% del electorado dejó de votar. En el voto de IUCA hay muchos que se sentirán engañados si se llega a este gobierno.
ResponderEliminarSi al voto de investidura. Inmediatamente a la oposición con apoyos puntuales.
Doña María Dolores, salud.