lunes, 17 de diciembre de 2012

Izquierda Unida año 12. Los oxímoron de la Asamblea Federal



Manifestación 25S
Una cierta euforia de las delegadas y delegados a la X Asamblea Federal de IU se abría camino en las redes sociales durante el pasado fin de semana. Yo pienso que en una parte expresión de las alegrías y esfuerzos que es necesario poner en juego para  la preparación de un congreso y en general para la actividad política cotidiana, que en las bases de la organización sigue teniendo un componente importante de trabajo voluntario. Y es en ese marco donde puede entenderse la loa que se hace de la idea de unidad, y la lista única como gozosa novedad de la X Asamblea. No obstante,  resulta excesivo si se plantea como la conclusión mas relevante. La unidad en las listas, no me parecen que sea un valor por si mismo. Puede serlo cuando es la expresión de un fuerte consenso en torno a un objetivo, un plan de acción necesario, que se percibe como urgente, y entonces representa una fortaleza. Pero también puede ser la expresión de la debilidad colectiva en el análisis de los procesos sociales, representando más al éxito de los aparatos en la administración a su favor de las correlaciones de fuerzas, que al éxito para gestionar la diversidad, y la pluralidad como recurso para la transformación social, propias de un movimiento político social.
No por casualidad, asuntos relevantes como el debates sobre Europa, el Euro y el Modelo de Estado, sin duda de la suficiente entidad como concretarse en asamblea, han quedado sin resolver y derivados a futuras conferencias política
Encuentro mas bien,  una cierta contradicción entre la autoalabanza por la lista única sin conflicto, que hacía el Coordinador General al cierre de la X Asamblea, y la realidad diversa de las movilizaciones sociales y los movimientos que le han dado vida. Un escenario social, complejo, y variopinto protagonista visual del  vídeo Transformar, que se ha querido convertir en el lema del congreso. Una fuerte contradicción la existente también entre esta aspiración monolítica en el interno, con el balance crítico al bipartidismo que se hace desde la sociedad y desde la propia Izquierda Unida.  Contradictoria la obsesión con la unanimidad en torno a la figura del coordinador (ni siquiera coordinadora-coordinador que han incorporado organizaciones como Die Linke y otras de la izquierda portuguesa) con la creciente desconfianza que la sociedad manfiesta hacia el modelo de partidos políticos al uso.
Mención a parte requeriría la queja, que una vez mas llegaba del Área de la Mujer, por su exclusión de las tareas que tenían que ver con los debates en los temas del feminismo político y que la dirección de IU prefirió encargar a ponentes de su libre designación. No es este un dato menor si se tiene en cuenta que se trataba de una Asamblea auto declarada abierta a los movimientos sociales  y que justamente las áreas, fueron en los orígenes de IU concebidas como los espacios para el encuentro y participación efectiva de estos
Los Estatutos vigentes para la Asamblea fueron modificados sobre la marcha para incrementar del 5%, al 10% de la delegación, los avales necesarios para presentar candidaturas. Lo que debe de se algo así como si el gobierno de turno convocante de unas eleeciones una vez conocidos los sondeos a pie de urna, modificase sobre la marcha la ley electoral, con un articulado más favorable. ¿Le llamamos unidad? ¿Le llamamos transformar?,  ¿Le llamamos parte de un estado de excepción?
Con todo, a mi lo que me parece mas significativo de esta X Asamblea es el mayoritario silencio,  ante el carácter del acuerdo de gobierno en Andalucía y el apoyo de IU a los Presupuestos para 2013 que todo apunta, se llevarán por delante miles de empleos en una Comunidad  Autónoma donde el desempleo roza ya el 40%. La voluntad de transformar parece confiarse a un ilusionante futuro, pero no concierne al presente, ni a la acción de un Gobierno en el que participa la federación andaluza, que siempre ha sido determinante en la política de Izquierda Unida y la que mayor peso numérico suele aportar en la Asamblea Federal y la dirección resultante. Un acuerdo del que, al parecer, mucha gente de la base se avergüenza en los pasillos, pero que pocos se atreven a cuestionar en las tribunas.  

Si estuvo algo del discurso triunfalista con que se asumían en algunos medios internos los datos de una encuesta hecha pública en Andalucía, casualmente coincidiendo con los días de la X Asamblea.  Ignorando el deterioro de la aspiración democrática, la desafección hacia la política, la desconfianza en ella como respuesta a los problemas, el descrédito de las instituciones y sus responsables, la culpabilización de las víctimas de la crisis, el descontento con la coalición de gobierno PSOE-IU. Todas ellas,  realidades que emergen en el estudio en porcentajes entre el 52% y el 92%. Datos que deberían ser una seria advertencia sobre la oscura desesperanza que aflora por abajo y con las que la voluntad de transformación social  y respuestas a la crisis va a tener que medirse en los próximos tiempos.
 En el lado de la esperanza, se percibe la impronta de una generación nueva que ha intervenido activamente, y a diferencia de la que fue protagonista en la VIII Asamblea, irrumpe en un tiempo de  indignación ciudadana,  y movilización en las plazas del 15M.  Menos encorsetada, mas distante  de las cultura excluyentes, quizás mas libre en la expresión de sus desacuerdos y al menos fuera de Andalucía, menos imbuida por la cultura de la infalibilidad casi papal con la que tradicionalmente han querido investirse los “secretarios generales”, lo que casi automáticamente convierte cada discrepancia en una nueva remesa de expulsados y expulsadas de la organización. “Tenemos mas votos pero cada vez menos militantes” se extrañaba Cayo Lara.
El orden reinó en Madrid. El tiempo dirá si efectivamente el resultante ha sido las buenas mimbres con las que hacer el cesto de un tiempo nuevo, o una balsa rehén de la Deudocracia, inhabilitada para encontrar respuestas prácticas a cuestiones que me parecen fundamentales en este momentos: ¿Cómo convertir en fuerza eficaz contra la dictadura de los mercados las  movilizaciones ciudadana? o ¿Qué tipo de relación se necesita entre movilización popular, conflicto social, instituciones, y necesidades sociales?. Si es cierto que el pasado no volverá, me temo que lo de la “Syriza española” requerirá mas trabajo paciente, que sonidos de trompetas. En este tiempo se hace cada vez mas urgente, redes que desde abajo combinen conflicto social y politización de la vida cotidiana, con la  atención a las necesidades materiales básicas de la población víctima de la crisis. Y si no se quiere abrir mas caminos a la desmoralización de la gente, no cabe el silencio y el respaldo por omisión, a ciertas políticas del Gobierno Andaluz, a su Decreto de medidas económico financieras y sus presupuestos de recortes para 2013

 Jaén 17 de diciembre de 2012

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