Manifestación 25S |
No
por casualidad, asuntos relevantes como el debates sobre Europa, el Euro y el
Modelo de Estado, sin duda de la suficiente
entidad como concretarse en asamblea, han quedado sin resolver y derivados a futuras conferencias política
Encuentro
mas bien, una cierta contradicción entre
la autoalabanza por la lista única sin conflicto, que hacía el Coordinador General al cierre de
la X Asamblea, y la realidad diversa de las movilizaciones sociales y los movimientos que le han dado vida. Un escenario social, complejo, y variopinto protagonista visual del vídeo
Transformar, que se ha querido convertir en el lema del
congreso. Una fuerte contradicción la existente también entre esta aspiración monolítica en el interno,
con el balance crítico al bipartidismo que
se hace desde la sociedad y desde la
propia Izquierda Unida. Contradictoria la
obsesión con la unanimidad en torno a la figura del coordinador (ni siquiera
coordinadora-coordinador que han incorporado organizaciones como Die Linke y
otras de la izquierda portuguesa) con la creciente desconfianza que la sociedad manfiesta hacia el modelo de partidos políticos al uso.
Mención a parte requeriría la queja, que una vez mas
llegaba del Área de la Mujer, por su
exclusión de las tareas que tenían que ver con los debates en los temas del
feminismo político y que la dirección de IU prefirió encargar a ponentes de su libre designación.
No es este un dato menor si se tiene en
cuenta que se trataba de una Asamblea auto declarada abierta a los movimientos sociales
y que justamente las áreas, fueron en los orígenes de IU concebidas como
los espacios para el encuentro y participación efectiva de estos
Los
Estatutos vigentes para la Asamblea fueron modificados sobre la marcha para
incrementar del 5%, al 10% de la delegación, los avales necesarios para
presentar candidaturas. Lo que debe de se algo así como si el gobierno de turno convocante de unas eleeciones, una vez conocidos los sondeos a pie de urna,
modificase sobre la marcha la ley electoral, con un articulado más favorable. ¿Le llamamos unidad? ¿Le llamamos transformar?, ¿Le llamamos parte de un
estado de excepción?
Con
todo, a mi lo que me parece mas significativo de esta X Asamblea es el mayoritario silencio,
ante el carácter del acuerdo de gobierno
en Andalucía y el apoyo de IU a los Presupuestos para 2013 que todo apunta, se
llevarán por delante miles de empleos en una Comunidad Autónoma donde el desempleo roza ya el 40%.
La voluntad de transformar parece confiarse a un ilusionante futuro, pero no
concierne al presente, ni a la acción de
un Gobierno en el que participa la federación andaluza, que siempre ha sido determinante en la
política de Izquierda Unida y la que mayor peso numérico suele aportar en la
Asamblea Federal y la dirección resultante. Un acuerdo del que, al parecer,
mucha gente de la base se avergüenza en los pasillos, pero que pocos se atreven a
cuestionar en las tribunas.
Si estuvo algo del discurso triunfalista con que se asumían en algunos medios internos los datos de una encuesta hecha pública en Andalucía, casualmente coincidiendo con los días de la X Asamblea. Ignorando el deterioro de la aspiración democrática, la desafección hacia la política, la desconfianza en ella como respuesta a los problemas, el descrédito de las instituciones y sus responsables, la culpabilización de las víctimas de la crisis, el descontento con la coalición de gobierno PSOE-IU. Todas ellas, realidades que emergen en el estudio en porcentajes entre el 52% y el 92%. Datos que deberían ser una seria advertencia sobre la oscura desesperanza que aflora por abajo y con las que la voluntad de transformación social y respuestas a la crisis va a tener que medirse en los próximos tiempos.
En el lado de la esperanza, se percibe la impronta de una generación nueva que ha intervenido activamente, y a diferencia de la que fue protagonista en la VIII Asamblea, irrumpe en un tiempo de indignación ciudadana, y movilización en las plazas del 15M. Menos encorsetada, mas distante de las cultura excluyentes, quizás mas libre en la expresión de sus desacuerdos y al menos fuera de Andalucía, menos imbuida por la cultura de la infalibilidad casi papal con la que tradicionalmente han querido investirse los “secretarios generales”, lo que casi automáticamente convierte cada discrepancia en una nueva remesa de expulsados y expulsadas de la organización. “Tenemos mas votos pero cada vez menos militantes” se extrañaba Cayo Lara.
Si estuvo algo del discurso triunfalista con que se asumían en algunos medios internos los datos de una encuesta hecha pública en Andalucía, casualmente coincidiendo con los días de la X Asamblea. Ignorando el deterioro de la aspiración democrática, la desafección hacia la política, la desconfianza en ella como respuesta a los problemas, el descrédito de las instituciones y sus responsables, la culpabilización de las víctimas de la crisis, el descontento con la coalición de gobierno PSOE-IU. Todas ellas, realidades que emergen en el estudio en porcentajes entre el 52% y el 92%. Datos que deberían ser una seria advertencia sobre la oscura desesperanza que aflora por abajo y con las que la voluntad de transformación social y respuestas a la crisis va a tener que medirse en los próximos tiempos.
En el lado de la esperanza, se percibe la impronta de una generación nueva que ha intervenido activamente, y a diferencia de la que fue protagonista en la VIII Asamblea, irrumpe en un tiempo de indignación ciudadana, y movilización en las plazas del 15M. Menos encorsetada, mas distante de las cultura excluyentes, quizás mas libre en la expresión de sus desacuerdos y al menos fuera de Andalucía, menos imbuida por la cultura de la infalibilidad casi papal con la que tradicionalmente han querido investirse los “secretarios generales”, lo que casi automáticamente convierte cada discrepancia en una nueva remesa de expulsados y expulsadas de la organización. “Tenemos mas votos pero cada vez menos militantes” se extrañaba Cayo Lara.
El orden reinó en Madrid. El tiempo
dirá si efectivamente el resultante ha sido las buenas mimbres con las que hacer el cesto de un tiempo nuevo, o una balsa rehén de la Deudocracia,
inhabilitada
para encontrar respuestas prácticas a cuestiones que me parecen
fundamentales en
este momentos: ¿Cómo convertir en fuerza eficaz contra la dictadura de
los mercados las movilizaciones
ciudadana? o ¿Qué tipo de relación se necesita entre movilización
popular, conflicto social, instituciones, y necesidades sociales?. Si es
cierto que el pasado no volverá, me temo que lo de la “Syriza española” requerirá
mas
trabajo paciente, que sonidos de trompetas. En este tiempo se hace
cada vez
mas urgente, redes que desde abajo combinen conflicto social y
politización de la vida cotidiana, con la atención a las necesidades
materiales básicas de la población víctima de la crisis. Y si
no se quiere abrir mas caminos a la desmoralización de la gente, no cabe
el
silencio y el respaldo por omisión, a ciertas políticas del Gobierno
Andaluz, a su Decreto
de medidas económico financieras y sus presupuestos de recortes para
2013
Jaén 17 de diciembre de 2012
Jaén 17 de diciembre de 2012
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